sábado, 9 de abril de 2011

guerra de china

En 1924 China se vio envuelta en una cruenta guerra civil que tuvo su origen en un movimiento discrepante provocado por una intensa propaganda bolchevique; muchas provincias se declararon independientes del poder central y China se sumió en la anarquía. Poco a poco, los diversos combatientes fueron agrupándose en dos grandes bandos:
  • El de los nordistas o defensores del poder central,
  • Y el de los sudistas o defensores del gobierno nacionalista de Cantón.
La lucha terminó en 1928 con el triunfo de los sudistas o nacionalistas, que estableció al fin la unión nacional de China, y cuyas consecuencias inmediatas fueron el traslado de la capital de la nación a Nanking, la promulgación de una nueva Constitución, y la elevación de Chiang-Kai-Skek al cargo de jefe supremo del estado.
A mediados de septiembre de 1931 estalló un conflicto entre China y el Japón. Los japoneses comenzaron a invadir el territorio chino sin previa declaración de guerra. China apeló a la Sociedad de las Naciones, pero hasta mayo de 1932 no se firmó un acuerdo. Siguió un período de calma; pero luego China volvió a poner reparos a la Independencia de la Manchuria, y el Japón, por su parte, en 1933 anunció a la Sociedad de las Naciones una nueva guerra si no se satisfacían sus aspiraciones, y se dispuso a invadir la provincia china de Jehok, creada en 1928, lo que hizo en efecto. Vino a agravar la situación una nueva guerra civil, que obligaba al gobierno nacional a luchar contra dos enemigos.
Al terminar la Guerra Mundial en 1945, China consiguió verse libre de los japoneses; no así de la guerra civil que prosiguió entre las fuerzas comunistas, mandadas por Mao-Tse-Tung y las nacionalistas de Chiang-Kai-Shek Esta situación duró hasta que Chiang-Kai-Shek se replegó en la isla de Formosa (China Nacionalista). En 1949 era proclamada la República Popular China que fue admitida en la ONU en febrero de 1972.

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